En la inhalación, el diafragma, un músculo plano situado bajo los pulmones, como si fueran su suelo, se activa.

Su acción es la de contraerse y bajar. Al hacerlo empuja los órganos que están debajo, y amplía el volumen de los pulmones, lo que hace que se absorba aire. Cuando baja también pasa de una forma más arqueada a una más plana, parecido al movimiento de un paraguas al abrirse, como se ve en la ilustración.

La acción del diafragma, por tanto ¡no interviene en la exhalación! Ésta sucede precisamente porque el diafragma se relaja.